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domingo, 1 de diciembre de 2019

OPORTO; Foz do Douro. Relato: "Busqueda"

Lluviosa pero templada mañana de finales de Octubre, tiempo impropio para estas fechas normalmente frías y ventosas. Más inestable a la llegada a Oporto. Ciudad que no entraba en los planes visitar pero que debido a la huelga de una compañía aérea obligó a cambiar de destino.
Durante el corto vuelo desde Madrid me quedé dormido y al despertar recordé una historia que alguien pudo haberme contado, no estoy seguro. No recuerdo quien ni cuando, si era real o no, quizá fue fruto de mi imaginación o un simple sueño..parte había sucedido en esta ciudad..


Pablo era un joven de 28 años soltero, se había refugiado en un pequeño pero bonito pueblo del Pirineo fronterizo con Francia. Orbés era un conjunto de casas de piedra y tejado de tiza situado entre alta montaña incomunicada habitualmente durante días en el invierno. Un chico de ciudad enamorado de la montaña, nadie le ataba y la falta de empleo le había dado el empujón definitivo. Dirigía un pequeño refugio de montaña propiedad del ayuntamiento a 16 kilómetros del pueblo con cuatro habitaciones compartidas y una cafetería donde ofrecía desayunos, también podía dar de comer a los huéspedes en caso de necesidad ya que disponía de despensa para pasar el duro invierno. Un lugar tranquilo pero a veces duro y ostil.
Llevaba poco tiempo en el refugio de Orbés pero ya era muy apreciado entre los vecinos del pueblo, siempre dispuesto en hechar una mano cuando era necesario. Podía pasar largas semanas sin clientela y aprovechaba para coger la mochila y su kayak, trazaba rutas en sus mapas y se marchaba a vadear lagos e ibones cercanos durante días o practicaba raquetas y actividades de nieve durante el invierno.

Hacía años que Pablo no tenia vida sentimental pero no se sentía solo y lo llevaba bien, no le importaba..
La noche del 23 de Octubre, una noche de tormenta y cortes de luz, aparecieron tres chicas portuguesas empapadas por la lluvia. Estaba más acostumbrado a tratar con Franceses, ellas apenas chapurreaban algo de castellano pero se hacían entender. Se fijó en una de ellas, Andiara que en Portugués significa mujer de poder. Era morena de tez clara y grandes ojos oscuros, una mirada dulce que cautivó desde el primer momento a Pablo. Cada vez que se cruzaban por la casa ella parecía hacer lo posible por coincidir y hablaban amistosamente. Un día se ofreció a hacerles de guía y llevarlas a un lugar donde el pasaba grandes momentos siempre que estaba liberado de sus deberes, una ruta por praderas que finalizaba en un cristalino lago de origen glaciar rodeado de un gran circo, un lugar inhóspito que las dejó maravilladas, aunque algo en su interior le decía que ya habían estado ahí antes.

Poco a poco Pablo iba enamorándose de Andiara casi sin darse cuenta. Conversaciones nocturnas a la luz de las estrellas, encuentros furtivos y el primer gran beso sin que sus amigas se enterasen del pequeño romance.
Llegó el día de su inevitable partida, (día lluvioso de nuevo cortes de luz) días antes de lo acordado sin explicaciones..caras serias, lágrimas apunto de brotar, la promesa de un esperado reencuentro que en su interior veían simplemente imposible dada la distancia. Andiara le pidió por favor que subiese a por algo que ella creía haberse dejado en su cuarto, cuando bajó para decirle que no había nada allí habían desaparecido sin dejar rastro, sorprendido pensó que no se le darían bien las despedidas..lo entendió y sintiéndolo mucho volvió a su rutina.
Unos días mas tarde un nuevo cliente se acercó a Pablo con algo en la mano, era una tarjeta..La había encontrado en el cajón de una mesilla de su habitación. Pablo se quedó helado cuando descubrió que la tarjeta era realmente el documento de identidad portugués de Andiara Costa Ferrando, su Andiara. En un estado tan deteriorado como si hubiese pasado siglos perdido..
-"¡Pero como es posible que apareciese en esa habitación, no estaban hospedadas en ella!".
- ¡Un momento...este carné esta caducado hace ocho años!..

No pegó ojo en toda la noche haciendo lucubraciones, nervioso por lo que debía hacer. Por la mañana bajó a recepción cogió las fichas de huéspedes y buscó la de Andiara. Apuntó su teléfono y marcó. Tras unos tonos sonó una voz..."o número discado ñao existe"..cogió las demás fichas de sus supuestas amigas y marcó.. "lo mismo"..como puede ser. Que raro.
Le dejó desconcertado, ¿simplemente un olvido?..porque apareció su carné en otra habitación, quien lo dejó y con que intención. ¿Era una llamada de auxilio? Estaba caducado hacía muchos años..los teléfonos no existen..¡Que esta pasando!

Varios días después y tras mucho pensar sentía que necesitaba respuestas, reservó un vuelo, cerró el refugio y marchó en su coche dirección a Madrid. Unas horas después aterrizaba en Oporto. Ahí un conductor de Uber lo esperaba con un cartel a su nombre en la zona de llegadas. Le indicó una dirección cerca de la Estación de Campanhã donde había alquilado un apartamento desde una aplicación para pocos días, no le gustaban los fríos y caros Hoteles. La idea era buscar a Andiara, ignoraba su dirección pero recordaba lugares que le había contado que ella frecuentaba. Además.. -Pensaba..una excusa para conocer la ciudad del vino y de la desembocadura del Duero.
Era noche húmeda pasaron junto al estadio Do Dragão de Porto CF en ese momento utilizado por su equipo local en un partido europeo según el conductor, rezumaban cánticos de miles de almas al unísono. Tras quince minutos llegaron a Rúa de Pinto Bessa calles oscuras poco transitadas a esas horas. Subió andando los dos pisos por las escaleras ya que el ascensor estaba estrellado contra la planta calle con su interior desparramado hacía ya meses, la humedad se reflejaba en el olor y en las paredes. Dejó su mochila deportiva como único equipaje y bajó a caminar hacía lo que suponía el centro, necesitaba pensar y convencerse de lo que hacía ahí.
Caminando sobre aceras cubiertas de pequeños adoquines colocados a mano uno a uno por Rúa do Bonfim, observaba antiguas tascas de paredes embaldosadas y pocos parroquianos, demás calles poco iluminadas hasta aparecer frente la iglesia de la Trinidad, la avenida de los aliados y la bonita Praça da Liberade. Le sorprendió ver un Mc Donals situado en el interior de un edificio histórico cubierto de vidrieras y escoltados por una gran águila de piedra. Dicen ser el Mc Donals más bonito del mundo.
Otro de los lugares más bellos de Oporto, la estación de San Bento. Esta estación centenaria cubierta de azulejos azules con mosaicos pintados a mano expresan la historia Portuguesa. Era tarde, entró en un supermercado ya cercano al apartamento y compró algo de comer. Pensaba planear paso a paso el siguiente día ayudado por un plano de la ciudad que había encontrado en el piso. Se hizo un sándwich y se acostó temprano.

Al día siguiente desayunó en una cafetería cercana, se sorprendió tomar uno de los mejores cafés que había probado. Abrió el plano del centro, había señalado con una "X" todos lugares que Andiara le había relatado que frecuentaba. Y salió hacia el primero; El gran Café Majestic en la Rúa Santa Catarina, un antiguo famoso café tertulia ambientado en los años veinte dónde no todo es oro lo que parece, un café algo aguachinado y caro. No se entretuvo mucho y salió, no era un lugar que le pegase mucho a Andiara.. Muy cerca también en la calle más comercial se encuentra la Capilla de las Almas, una preciosa iglesia envuelta en azulejos reflejando escenas bíblicas y religiosas. La segunda parada la hizo en la Rúa das Carmelitas, la librería Lello una antigua y pequeña pero bella librería de madera con una escalera de caracol y vidrieras de colores. En ella se ambientó parte de un rodaje de Harry Potter y cabe recordar que hay que pagar para acceder a ella. Recorrió la Rúa das flores una de las calles más bonitas y transitadas del centro de Oporto, el mítico bairro da Ribeira donde cientos turistas se cruzaban en busca de restaurantes, tiendas de souvenirs e instantáneas del bonito entorno. No dejaba instintivamente de observar las caras de todo el mundo en busca de esa chica que le había robado su mente...¿Que reacción podría tener ella en caso de que se encontrasen?...Cada vez lo veía menos probable. Su documento de identidad le quemaba en el bolsillo y estuvo varias veces tentado de hecharlo en un buzón de correos y volverse a casa pero pensó que ya que estaba aprovecharía para conocer la ciudad y hacer turismo.
-¡Que demonios voy a darme un capricho!, pensó.., se sentó en la terraza del restaurante que más le gustó y pidió un bacalao con patatas asadas, un típico plato de Porto. El más suculento que había probado nunca acompañado de un excelente vino blanco que le hizo levantar su ánimo y tras el café se dirigió al lugar o rincón que más le gustaba de Oporto a Andiara. Cruzó el Ponte Luis I por su parte superior compartida con los raíles del tranvía y enseguida llegó al Jardín do Morro. El rincón con las vistas más bellas de Oporto. Pablo se sentó sobre el murete en primera linea cerca del teleférico, unas horas después el sol se ponía y cantidad de portugueses y turistas se arremolinaban en torno a la plaza para observar la famosa puesta de sol de un color maravilloso.

Al día siguiente recordó una conversación bajo la noche estrellada del pirineo en la cual le relataba como le gustaba acudir en días de marejada al Faro de las Felgueiras en el barrio de Foz de douro en la desembocadura del Río Duero. Había oído en numerosas ocasiones el comportamiento de la mar aquí junto a las míticas olas de Nazaré. Algo que también le apisonaría observar. Así que en Rúa do infante Henrique tomó el antiguo tranvía de madera (linea 1) hasta su última parada en Rúa do passeio alegre y tras apearse caminó hacia las playas. Allí se encontraba irreductible, el faro ( Farolim do Felgueiras) que tantas olas rompen sobre él, la espuma blanca rebotando contra las rocas y muros, el impresionante ruido del mar al romper. Poca gente en el espigón dispuesta a mojarse, solo algunos jóvenes turistas iban y venían corriendo protegiendo los objetivos de sus caras cámaras fotográficas. Ella tampoco estaba allí...Se quedó inmóvil por un buen rato maravillado y convenciendose de que solo por ver esas imágenes y sentir ese instante ya había merecido la pena llegar hasta allí. Pensó en que debía disfrutar del momento y visitar alguna bonita playa o sitio privilegiado cercano..

Enseguida se informó sobré una localidad cercana llamada Aveiro, la Venecia portuguesa. El desplazamiento sencillo, en tren desde cualquiera de las dos estaciones de Oporto. Una vez allí existía la posibilidad de tomar un autobús hacia Costa Nova, bonito pueblo costero con unas enormes playas. No lo pensó dos veces y al día siguiente pese a la lluvia tomó el primer tren de la mañana. Sentado junto a la ventanilla observaba la lluvia caer y resbalar sobre el cristal mientras se le pasaban cientos de imágenes por la cabeza.
Un agradable paseo por las increíbles playas llenas de dunas debido al constante viento en esta zona del océano atlántico le despejó la mente. Sabia lo que hacer, disfrutar de los dos últimos días y volver a su montaña, desistiría de seguir buscándola.

Durante la noche pensó que en modo de despedida le apetecía hacer una pequeña navegación por el último tramo del Río Duero entre los últimos 6 puentes, varios de ellos diseñados y construidos por Alexandre Gustave Eiffel, el mismo ingeniero que la mítica torre de París. Desde Cais da Ribeira (los muelles recreativos) salen multitud de barcos, lanchas rápidas e incluso minicruceros con habitaciones y restaurante. Varios helicópteros vuelan constantemente sobre la ciudad enseñándola desde una visión o perspectiva distinta. Y las decenas de bodegas de vino situadas en la otra margen del Duero, hacen de todo ello una sorprendente gran explotación para el turismo.
Adquirió un billete para uno de los barcos y lo abordó por popa con el resto de la multitud. Se sentó hacía el lado del muelle, el barco zarpó mientras una voz por megafonía se presentó en tres idiomas y empezó a informar sobre la construcción de los puentes, la historia de cada uno de ellos y del río Douro (en portugués). Una hora después volvían al muelle, mientras esperaba desembarcar en un orden caótico seguía observando a la gente que volvía a formar una fila para el siguiente crucero. En ese instante le pareció verla entre la multitud..bajó corriendo, sorteando y disculpandose por los empujones hasta llegar a tierra firme, pero antes de cogerla por el brazo ella se giró por inercia y descubrió que se parecía mucho pero no era ella...
-¡Com licença senhorita!...(Disculpe señorita)

Había llegado el día, su vuelo salía a medio día pero había madrugado. No tenía sueño, una sensación extraña le corrió por dentro durante toda la noche y mientras tomaba café en el local de todas las mañanas decidió hacer algo que no se le había ocurrido antes, buscar por su nombre completo en Internet. Cogió su teléfono móvil y tecleó.. Andiara Costa F...sin acabar de completar su nombre el buscador empezó a escupir noticias, fotos de viejos periódicos fotos de ellas..fotos de Andiara y sus dos amigas. Enunciados en Portugués, no le hizo falta traducción enseguida se percató..  "Desaparecidas"- "se abandona búsqueda meses después"- "autoridades españolas las dan por desaparecidas"- "extrañas circunstancias" -"posible accidente en la montaña" -"Encontrados algunos objetos de las chicas portuguesas cerca de la población de Orbés en el norte de España donde se las vio por última vez"..todos ellos del 23 de Octubre 2009, diez años atrás hacía el día de su aparición en el albergue. Se puso pálido, incluso sintió náuseas, el corazón le empezó a latir fuertemente. ¿Todo era fruto de un trastorno de su psique, alucinaciones? ¿Fué todo un sueño muy real? ¿una aparición? Que les habría ocurrido..Tenía el documento de una desaparecida podrían relacionarlo con ellas y jamás creerían sus explicaciones, podía acabar en la c...¡ni pensarlo!. Lo mejor era descerase de él...
Por cierto, dónde está..se miró los bolsillos..nada, la mochila nada..es inútil seguir buscándolo..
-¡¿Me estoy volviendo loco?!..
Resignado y sin explicaciones decidió no contarlo jamás a nadie e intentar olvidar. Seria complicado...

Ya pasados unos días de mi vuelta de Oporto, una ciudad muy segura. Buenos alimentos, buen café.
Debo decir que me sorprendió todo el montaje turístico en torno al Duero de el que han sabido beneficiarse muy inteligentemente los portugueses, gente en general con con buen carácter. También su entorno es bello, playas casi vírgenes de un mar embravecido, ese debe de ser el motivo.. Lugares muy interesantes para visitar muy cerca de nuestro país qué seguiremos descubriendo..

    Lago en Orbés.  Pirineos

     Estación de San Bento

      Iglesia de San Ildefonso
   
Capilla de las Almas

       Café Majestic
     

Típico plato portugués a base de Bacalao

Centro de Oporto


    Oporto desde Jardim do Morro


    Oporto desde Ponte de Luis I

    Tranvía eléctrico en Oporto

Interior tranvía eléctrico funcionando desde 1895 Linea 1

    Faro de Felgueiras junto Jardim do pass. Foz do Douro. Porto
 
    Punto exacto de la desembocadura del Río Duero desde su nacimiento en los Picos       de Urbión. Soria

Océano Atlántico

    Canales en Aveiro. Barcos Moliceiro (antiguamente para limpiar algas)

    Costa Nova

    Palheiros, antiguas casas de pescadores donde antiguamente guardaban sus aparejos.

    Playas de Costa nova





Faro de Costa Nova  

     Río Duero y Ponte Luís I desde el Bairro da Ribeira
 
     Barcos y rabelos turísticos

 
Navegación turística 6 puentes, desde puente de Arrábida hasta puente de Freixo.
    Muelles turísticos en Bairro da Ribeira, salida de embarcaciones

jueves, 3 de octubre de 2019

Argentina y Patagonia

Parece una adivinanza si hablamos de un País tan extenso en el que pueden tener temperaturas entre 26° y -11 bajo cero el mismo día, existen lugares tan dispares como enormes montañas, lagos, glaciares, estepas, playas y espectaculares parques nacionales patrimonio de la humanidad, estamos hablando de Argentina.

Es evidente el aprecio mutuo que existe entre países primos hermanos dada la cantidad de Argentinos que emigraron a España hechando raíces y otros tantos Españoles haciendo lo mismo en una época convulsa para nuestro país.

Sobrevolamos gran parte de Sudamérica durante unas 12 horas, una densa niebla que tapizaba Buenos Aires a nuestra llegada obligó a cerrar el aeropuerto y dar vueltas en círculos sobre la ciudad mientras escuchaba distintas conversaciones a mi alrededor que terminaban de igual manera..."si algo puede salir mal es en Argentina" o bienvenidos a Argentina"...Así es como casi dos horas después e imagino que con los tanques vacíos aterrizábamos en Montevideo (Uruguay).
Un avión tras otro con destino a Buenos Aires aterrizaba detrás nuestra repostando seguidamente.
Definitivamente se abrió el aeropuerto de Ezeiza dónde llegamos con 4 horas extra de viaje. Un aeropuerto colapsado por la incidencia y pasajeros amontonados por las instalaciones.
Una pequeña oficina de Banco Nación se encuentra oculta en una esquina de la terminal de llegadas casi imposible de localizar. Unos cuantos billetes de cincuenta euros equivalían a un fajo tan grande de Pesos Argentinos que no sabia donde meterlos y no quería salir a la atestada terminal con 5todo aquello en mis manos, así que los repartí en tres puñados y como pude me los introduje en los bolsillos de los pantalones. Compré unos billetes de autobús y salí en busca de la parada de la compañía 'Tienda León' preguntándome que se les pasaría por la cabeza para llamarla así..me recogieron las maletas etiquetandolas con el número de cada billete.
Llegamos a la terminal en el centro de la ciudad, una agradable temperatura daba la bienvenida al recién estrenado otoño en esta parte de mundo.
No muy lejos en el barrio de Puerto Madero teníamos un apartamento situado en la primera planta de los históricos y antiguos edificios de ladrillo rojo que constituían los muelles en 1882.

El olor a barbacoa impregnaba la ciudad a la hora de comer y nos hacía sentir un hambre boraz, dejamos el equipaje y bajamos en busca de algún restaurante donde probar el famoso asado argentino y la cerveza Quilmes más consumida en Buenos Aires. Mientras, las conversaciones más repetidas a nuestro alrededor eran sobre política y fútbol.
Ese mismo día teníamos varios Free tours localizados en varios céntricos barrios pero las enormes distancias de las calles nos engañaron y no llegamos a las horas pactadas.

    Casa rosada sede de la presidencia



Tras cruzar la Avenida Eduardo Madero, primer comerciante en utilizar los muelles nos encontramos con la mítica Casa Rosada, sede de la presidencia del País. Un color que se atribuye a la mezcla de cal y sangre bovina por su poder hidrófugo. Frente a ésta se encuentra la histórica Plaza de Mayo dónde aún hoy en día se concentran las madres de los desaparecidos de la dictadura. Continuamos por la Avenida 9 de Julio, una de las mas anchas del mundo, se podía divisar el obelisco a un lado y por la otra la imagen de Eva Perón sobre las fachadas de un gran edificio del gobierno. Era curioso ver las distintas caras más amable o severa según el barrio a quien apuntaba la imagen.
Icono del País, Eva Perón, Actriz y posteriormente política. Mujer del presidente de la nación, querida por su ayudas a los más necesitados y odiada por sus polémicas actuaciones políticas póstumas a su fallecimiento, el llamado peronismo que aún hoy en día incluyen algunos partidos.


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    Plaza de Mayo

Seguimos caminado esta vez por la avenida más larga, Rivadavía. Fuertes explosiones se oían en la lejanía. Llegamos al edificio del congreso de la nación con el senado en su cara lateral. Observamos una gran concentración policial con vehículos blindados y cañones de agua. Motos ocupadas por varios agentes preparados aparentemente para un enfrentamiento que presumiblemente tendría que ver con alguna manifestación algo habitual en la ciudad, nos comentaron..
El centro no daba impresión de inseguridad pero si observamos en la gente una desconfianza latente que les hacía asegurar sus bolsos o mochilas contra el pecho y con ambas manos. La recomendación era clara, no mostrar cámaras y móviles aunque dejaban claro que tiempos pasados recientes habían sido peores.

Nos dirigimos hacia San Telmo para visitar uno de sus iconos, su precioso mercado de antiguedades, alimentos, bares y puestos de empanadas. Llamaba la atención una antigua jugueteria con decenas de muñecas de porcelana algunas de ellas de color marcadas con una leyenda "donadas por Eva Perón a los niños sin recursos".
Otros atractivos del barrio más bohemio son sus galerías de arte, su mercadillo nocturno y como no la figura de Mafalda tantas veces fotografiada.
Buenos Aires huele a nostalgia de mejores épocas, los Argentinos viven entre la incertidumbre y la esperanza de una recuperación que nunca llega por la continua devaluación del Peso. La vida diaria en sus calles recuerda a la España de los 80.
Pero la simpatía al escuchar nuestro acento no les impide hablarnos abiertamente y con orgullo de su patria.

    Mercado de San Telmo

No nos recomendaban visitar a pie desde el centro el populoso barrio de "La Boca" y decidimos trasladarnos utilizando uno de esos autobuses descapotable de uso turístico hasta este colorido barrio, su ambiente castizo cautiva al visitante paseando por Caminito, recorriendo sus mercadillos, observando bailar Tangos en cualquier esquina y como no visitar el mítico estadio del Boca, la famosa Bombonera.

    Barrio de Boca      Caminito




    Estadio de fútbol de la Bombonera

Los siguientes días continuamos conociendo los barrios más conocidos y populares de la Capital, así como otros lugares; Palermo, Belgrano, Recoleta y su cementerio, el estadio de River y mucho más..

    Tango
Barrio de Recoleta

La mañana era fresca a las 6.00 todavía de noche camino a la estación de autobuses.
Ya en el vehículo que nos dirigía a Aeroparque, el Aeropuerto que enlaza la capital con el resto de Argentina y países cercanos observamos el cielo de un color rojo sangre en el horizonte que indicaba el amanecer. Nos impresionó ya que solo en estas latitudes puede observarse tan hermoso.
A nuestra Izquierda el aeropuerto situado en el interior de la ciudad y a nuestra derecha el agitado Río de la Plata con unas aguas tan marrones que nadie se atrevería a bañarse en ellas, un río tan amplio que solo se ve agua en lo que alcanza la vista.

Tomamos un avión a Iguazú en la parte Argentina del Parque Nacional de las Cataratas. Un obsoleto Aeropuerto en obras no daba a basto para la cantidad de vuelos que constantemente llegan y despegan de él.
Nos dirigimos en una furgoneta por unas carreteras sumidas en densos bosques y jungla en el interior del Parque Nacional hacia la localidad de Puerto de Iguazú, una humilde y pequeña ciudad con algunos servicios para el turismo entre ellos una estación de autobuses-cama o colectivos como les llaman ellos donde se concentran un importante número de rutas de largo recorridos por el País.
Al día siguiente tomamos un colectivo de linea que hace el trayecto entre Puerto de Iguazú y el Parque Nacional de las cataratas. Tras adquirir la entrada presentando el pasaporte, un plano indica varias rutas de colores a seguir algunas a pie otras en un pequeño tren que recorre tres puntos estratégicos donde se encuentran las distintas caídas o la salida de embarcaciones que se pueden contratar para realizar paseos observando la fauna de la zona como caimanes, tortugas, distintas aves y otros mamíferos..O de aventura introduciéndote casi hasta debajo de las cascadas en lanchas rápidas.

En una de las estaciones del tren se encuentra un pequeño edificio de servicios, alimentación y una zona de picnic donde un gran número de Coatís de cola anillada..(unos simpáticos mamíferos similares a los mapaches). Obligan al humano a encerrarse en jaulas para comer sin problemas de sustracción.
Este parque constata toda una experiencia en un auténtico patrimonio de la humanidad y una de las cascadas más salvajes y bellas del mundo.


    Cataratas de Iguazú

     Coatís


En la ciudad no muy lejos del centro se encuentra un barrio de pequeñas casas con cuidados jardines, en una de ellas nadie podría imaginar encontrar un espectáculo tan impresionante. Cientos de Colibríes de multitud de especies de entre 4.5 y 5.5 cm revoloteando en busca del agua con azúcar de unos bebederos en forma de flor que cuelgan de la frondosa vegetación de este bonito jardín. Un increíble espectáculo que hace pararse el tiempo mientras te sientas a observarlos.

Llegó uno de los días más esperados, volar hacia Patagonia.
La conversación con un pasajero cercano sobre su vida en Argentina y su conocimiento sobre España hizo rebajar mi tensión y mis cálculos mentales de horarios ya que cualquier retraso del avión que ya habíamos acumulado haría perder el siguiente que teníamos programado entre Buenos Aires y Ushuaia. Aterrizamos y el avión estacionó lejos de la terminal. Repasaba mentalmente los minutos empleados en desembarcar, montar en los autobuses, recoger el equipaje y volver a facturarlo.
Abordar el avión de Aerolíneas Argentinas sin ningún problema me hizo quedarme en un estado de éxtasis mental.
Durante unas horas cambiamos el sol de Iguazú y sus 26 grados, los 16° de Buenos Aires a la oscuridad y el frío de Ushuaia con sus 6°grados.
Llegamos de noche y la poca iluminación de la ciudad hacia destacar las blancas montañas nevadas desde las ventanillas del avión. Las primeras nieves del Otoño habían llegado a las zonas más australes del mundo.

Ushuaia, la Capital de las Malvinas según los Argentinos, no es una ciudad especialmente bella. Si lo es su entorno y el significado de su situación. La ciudad más austral del mundo y el pedazo de península más cercano a la Antártida.
Construcciones similares a las nórdicas para salvaguardar sus climas extremos. El barro en las calles precedía a los restos de la nevada de los días anteriores ensuciandolo todo.
Distintas compañías de aventura ofrecen actividades desde la ciudad.
Al día siguiente comenzaron las nuestras, salimos temprano hacia las montañas, no muy lejos se encuentra la estación del mítico tren del fin del mundo. Un pequeño tren de vía estrecha utilizado antiguamente por presos que hacían el recorrido desde la cárcel de Ushuaia a las montañas para buscar y talar materiales destinados a la construcción. Un paseo agradable pero nada excepcional. Dejamos atrás el tren y continuamos hasta el final de la mítica ruta 3 que comienza en Alaska y tras 17.800km finaliza en la bahía Lapataia entre el último lago y el canal de Beagle rodeado de bosque patagónico.
Las aguas calmadas, transparentes y el silencio hacían de este lugar resguardado de los vientos un auténtico paraíso.


   Estación del tren del fin del mundo

    Final de la Ruta Internacional 3


    Bahía Lapataia


Desde los muelles turísticos de la ciudad salen a diario grandes catamaranes hacia el canal de Beagle. Embarcamos en uno de ellos, el cielo amenazaba lluvia y se oscurecía por momentos, soplaba viento frío del Sur pero merecía la pena subir a cubierta.
Varios minutos antes de las 16.00 horas en el reloj pero parecían ser últimas horas de la tarde. En la popa de la embarcación junto a la bandera Argentina observnabamos como a nuestra espalda, Ushuaia se hacía cada vez mas pequeña.
Varias gaviotas volaban esforzandosen por alcanzarnos pero navegabamos a buen ritmo hacia el sur. Comenzó a llover tímidamente en el momento en que llegamos a un pequeño islote formado de grandes rocas y repleto de Cormoranes Imperiales donde pocos días antes había sido una pinguinera, desafortunadamente habían emigrado nadie sabía hacia donde. Observamos movimiento en el agua, leones marinos trepando por las rocas.
Rodeamos el islote haciendo fotografías mientras cubríamos el objetivo, la lluvia arreciaba y tras unos minutos continuamos en dirección a Cabo de Hornos, sabiendo que era muy complicado llegar dadas las complicadas aguas que tantas embarcaciones hicieron naufragar a lo largo de la historia.
Divisamos a lo lejos el Faro Les Eclaireurs donde se encuentra el denomindado faro del fin del mundo por su situación aunque realmente no lo es, llegamos a el cuando ya caía una densa lluvia aunque merecía la pena mojarse. También habitado por decenas de leones marinos, algunos muy jóvenes jugaban junto a un macho alfa que mientras tanto intentaba impresionar con sus aullidos a su aren de 4-5 hembras. Ahí estábamos a un tiro de piedra de Cabo de Hornos y de la Antártida.


    Canal de Beagle




    Faro isla Les Eclaireurs

Habíamos reservado con anterioridad una actividad con kayak en el mítico lago Escondido pero la hora fijada (18.00h) era completamente noche cerrada y el intenso frío nos hacia dudar de nuestra seguridad personal. Finalmente nos informaron de que el lago se había congelado y era impracticable así que al día siguiente temprano marchamos en 4x4 hacia otros míticos lugares; El lago Fagnano cruzando por el paso Garibaldi, un puerto de montaña constantemente colapsado por el hielo y la nieve que hace que los camiones que llegan a estas latitudes queden atravesados cortando la circulación. Amanecía con ese color rojo tan peculiar en el horizonte dándole una belleza insuperable. Salvamos el paso y paramos en la hostería de María, una parada obligatoria para toda persona que transita por esta ruta y debe probar un buen café caliente y un pedazo de pastel al calor de las pieles de castor y de dos antiguas estufas de leña. La hospitalidad de María y su marido es común entre la gente de esta parte de Patagonia. Tras continuar ruta, enseguida salimos por un camino de ripio o pista de montaña totalmente nevada entre bosques. Muchos arboles pueden verse talados por Castores introducidos desde Canadá para intentar repoblar de animales estos bosques Patagónicos sin pensar en la deforestación y los daños que podían causar estos animales. Llegamos al Lago glaciar Fagnano de unos 100km2 de aguas cristalinas frente a los Andes Patagónicos compartidos entre Argentina y Chile. Acabó el camino y circulamos por la orilla entrando completamente en el agua. No muy lejos se encontraba una cabaña de madera en pleno bosque donde preparamos una barbacoa acompañada de una tradicional picada Argentina. Maxi, nuestro anfitrión nos demostró su ilusión por su trabajo y nuestra sana envidia por lo que hace. Toda una experiencia inolvidable.





    Hostería de María




En la calle principal de la ciudad de Ushuaia se concentran la mayoría de restaurantes y tiendas de ropa de montaña de primer nivel e importantes firmas a unos precios prohibitivos. Probamos uno de los platos más exquisitos y típicos, la merluza negra siendo estas únicas aguas donde es pescada.

Mientras paseábamos..me fijo en 5 adolescentes que se nos acercan. "¡Perdonad!..¿podeis grabarnos con mi móvil? Claroo, contestamos sujetando su móvil, nos preguntaron nuestros nombres y nos dieron la instrucción de grabar..."/Este vídeo es para vosotros Jo....R...y ....Y nos soltaron un sermón religioso finalizando con un abrazo grupal...surrealista. Lástima de juventud..
Nos dirigimos a la oficina de turismo situada junto al muelle turístico a plasmar en nuestros pasaportes sellos de la población más austral y del fin del mundo. (Un buen recuerdo)
Ushuaia se cubrió por un gran manto de nieve mientras pasábamos los últimos días. Visitamos la cárcel, sus prisioneros los primeros habitantes de estas tierras, ahora convertido en un museo que expone las historias de las primeras incursiones antárticas y su fauna.

    Ushuaia

Llegaba el final del otoño y todo asumía colores invernales en la parte mas austral del mundo y nosotros marchábamos hacia tierra de glaciares.
En el aeropuerto las máquinas se empleaban a fondo retirando la nieve de la pista y derramando líquido anticongelante sobre las alas del avión. Tras el despegue nos sumergimos en un denso cúmulo de oscuras nubes que predecieron a un cielo azul.
Varias horas después aterrizábamos junto a una densa estepa y flanqueada por la cordillera de los andes. Llegábamos a El Calafate.
Las oficinas de empresas de aventura se agolpaban a la salida del aeropuerto encargándose de todo tipo de detalles para el turista, desde el desplazamiento a la ciudad, alojamientos y actividades para disfrutar de una de las regiones mas visitadas de toda Argentina. A la entrada de la ciudad y sobre una colina se encuentra un impresionante hotel propiedad de la expresidenta de Argentina Cristina Kitchner.
Teníamos un bonito apartamento en el centro de la ciudad, una simpática anfitriona nos esperaba con las llaves a nuestra llegada, su familia también regentaba un pequeño restaurante a la salida de esta cuidada ciudad atravesada por una avenida principal.
Al día siguiente tomamos temprano la ruta 11 hacia el parque nacional de los glaciares de casi un millón de hectáreas de bosque andino patagónico. Lagos y glaciares a unos 80 kilómetros de el Calafate. Unos 800$ _12,51€ es el coste de la entrada al parque (2019) Desde allí se pueden ver 3 glaciares Upsala, Spegazini y el más visitado y famoso, el Perito Moreno visible desde la carretera ya a unos kilómetros antes de la llegada. Un centro de interpretación, cafetería y restaurante preceden a una serie de pasarelas que forman distintas rutas por cada cara de este glaciar de paredes de hasta 70 metros de altura por su cara central.
Estacionario, es decir aumenta cada día lo mismo que pierde al colapsar. Uno de los espectáculos más impresionantes por el ruido al quebrar su hielo y caer al agua, similar a un gran trueno.
El color verde esmeralda del agua contrasta con el azul del lago argentino. Desde un muelle cercano, unos barcos pueden acercar al visitante hasta unos 600 metros por seguridad de las gigantescas paredes de hielo mientras constantemente trozos de hielo caen al agua. Las manos se entumecían sin los guantes y el dolor obligaba a entrar en el interior del barco cada cierto tiempo para recuperarme del frío antes de salir de nuevo a cubierta.

    Glaciar Perito Moreno






Ya por la tarde en El Calafate nos dirigimos a una oficina de cambio de divisas observando la cantidad de perros sueltos que se encuentran por la ciudad y que según nos contaron aunque tienen propietarios son dueños de su propia vida y son cuidados por todos incluso pueden verse descansando en los felpudos interiores de los negocios resguardados de las inclemencias del tiempo.
Cambiamos pesos Argentinos por pesos Chilenos, exactamente 11.000 que es lo que cuesta la entrada al Parque Nacional de Torres del Paine en Chile.
Eran las 6.00 de la mañana, las calles oscuras y desiertas todavía. Apareció un enorme vehículo 4x4 con barras de protección similar a los camiones del Dakar.


Se aseguraron de que disponíamos del pasaporte en regla requisito obligatorio para cruzar la frontera. Teníamos por delante 600 kilómetros la mayor parte por caminos de ripio, es decir por pistas forestales para atajar y reducir el camino.  Los cristales del vehículo chorreaban agua por la condensación por la diferencia de la temperatura interior y exterior, el amanecer se entredejaba ver mientras nos pasábamos un trapo para limpiar los cristales. Algo se movía de vez en cuando entre la oscuridad cada vez mas clara entre la infinita estepa pero no llegaba a identificar lo que era.
De nuevo algo se movió..algo hay ahí!.. atraje la atención de todos hacia las ventanillas. Afiné la vista y vi un animal parecido a una llama, un mamífero típico de aquí, el Guanaco. Durante el trayecto podianverse solitarios o en grandes grupos.


    Guanacos


Llegamos a una barrera que nos cortaba el paso junto a una pequeña caseta y un barracón metálico. Era la aduana de la frontera de Argentina.
Bajamos del vehículo con cuidado de no caernos sobre el resvaladizo hielo que cubría el suelo para hacer los necesarios tramites de salida y sellado del pasaporte.
Un frió que mantenía todo congelado incluido el agua de los inodoros dejándolos inoperativos. Sentí muchisimo dolor en los dedos de los pies y me acordé de los alpinistas que en tantas ocasiones habían perdido extremidades por congelación con temperaturas extremas, aquí solo estábamos a -11 grados bajo cero. Para evitar caer opté por pisar solo donde la nieve se había acumulado y accedí a la casa.
¡Malas noticias!..Un corte de corriente eléctrica nos podía dejar aislados durante horas o quizás días en medio de la nada. Esperamos durante casi una hora a que se autorizase a tomarnos datos manualmente, sellar los pasaportes y cruzar hacia Chile donde llegamos tras unos 5 kilómetros en tierra de nadie. Allí un edificio con máquina de Rx para los equipajes, ordenadores de última generación, cafetería y restaurante dejaba entrever la diferencia entre países. Rápidamente hicimos de nuevo los trámites y nos dió tiempo a tomar un buen café caliente mientras observabamos un zorro patagónico que nos seguía con la mirada buscando algo que comer.
Continuamos durante casi una hora más hasta llegar al parque nacional de Torres del Paine ubicado en la cordillera de los Andes, multitud de lagos, cascadas, glaciares y majestuosas paredes. Las más espectaculares son las míticas torres y los cuernos del Paine catalogado como uno de los lugares mas bellos y octava maravilla del mundo donde tuvimos el gran placer de caminar, sentir la nieve, el agua, oler el aire puro y fresco. Mucho por ver y tan poco tiempo para disfrutar en la ruta nacional 23.



    Parque Nacional Torres del Paine. Chile


    Lago Pehoe

    Cuernos del Paine



El Chaltén, un discreto pueblecito situado dentro del Parque Nacional de los Glaciares, allí se encuentra otro de los picos más famosos de la Patagonia entre los alpinistas junto a Torres del Paine, el cerro Torre y el monte Fitz Roy de 3400m en forma de muela invertida ubicado entre Argentina y Chile.
Nuestra llegada fue complicada dadas las condiciones atmosféricas. Una densa niebla hacia disminuir tanto la marcha de nuestro vehículo que podríamos caminar más rápido pese a los neumáticos de clavos. Las espesas nubes ocultaban desde lo lejos el pico Fitz Roy mientras visitamos la cascada de chorrillo.
Nevaba durante nuestra ruta por una estrecha senda cubierta de nieve desde la guardería del parque hasta el cerro de los Cóndores, sobrevolado por estas enormes aves. Unas vistas estratégicas del pueblo y las torres pero hoy no sería el día, las oscuras nubes las ocultan y aunque las condiciones meteorológicas son caprichosas y cambian rápido, esta vez solo la silueta de su punta se dejaría ver tras nosotros durante la salida del valle y en plena carretera bajamos a observarla. Una derrota a medias porque allí mismo decidimos volver.

    El Chalten. Parque Nacional de los glaciares

   Guardería Parque Nacional
 


A nuestra llegada a Buenos Aires el tiempo había cambiado y llovía a mares hacía ya unos días. Esta vez estábamos alojados estrategicamente cerca de la estación de colectivos que se dirigen hacia el aeropuerto. Llegamos al hotel, un antiguo edificio que para nada correspondía con las fotos, hacia más de una década que necesitaba una reforma que no se había cometido. Lo más interesante sus ascensores de los años 30 con sus dobles puertas metálicas y su interior de madera carcomida.
Las habitaciones enmoquetadas, paredes agrietadas, obsoletos y descascarillados sanitarios.. El televisor tan antiguo que sería difícil encontrar en un anticuario. Abrí la cama para evitar sorpresas y encendí el televisor que sorprendentemente encendió aunque apenas se veía la imagen. Puse el móvil a cargar y apagué la luz. El ruido atronador del aire acondicionado central nos acompañó toda la noche.
Despertamos por inercia, afortunadamente era temprano. Cogí el teléfono y estaba apagado, no se había cargado, la luz de las mesillas no se encendían y el ruido del aire acondicionado había desaparecido. No había luz en el hotel y seguía lloviendo a mares.
Recogimos rápidamente todos nuestros enseres y bajamos las 9 plantas por las escaleras con el equipaje.
¡Vaya hotel! Espeté en recepción. "Señor, no hay luz en todo Buenos Aires.."
Tuve que tragarme mis palabras..
Desayunamos a oscuras y salí a buscar un taxi porque aunque estábamos a poca distancia de la estación, la lluvia hacia imposible caminar por la calle, conseguí uno después de un buen rato y que el conductor aceptase la carrera. Apartó una botella de butano del maletero e introdujo nuestro equipaje. Los semáforos estaban apagados, que fuese domingo evitó en gran medida el caos en la ciudad. Algunos transformadores resonaban por la urbe. En la estación las caras mostraban preocupación y no era por un simple apagón, oímos que era a niveles importantes como para ser intencionado, ese día había elecciones y el apagón afectaba a toda Argentina, Chile, Paraguay y parte de Brasil.
Con esa preocupación llegamos al aeropuerto que operaba con total normalidad, nunca sabríamos a que fué debido.

A día de hoy lamentablemente la dificultad ha vuelto a Argentina, la moneda se devalúa de nuevo tanto que vuelven a resonar los fantasmas del corralito.
Desde aquí desear lo mejor para un país hermoso y hermano.